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El culpable

Carlos Gallardo (Jesús María, 1983). Escritor y bachiller en Literatura Hispánica. Ha publicado el libro de cuentos Parque de Las Leyendas (estruendomudo, 2004) y se prepara para la publicación de su primera novela, Espuma. Ha ganado dos premios literarios, pero ninguno de importancia.

Última puñalada

¿Tantas veces, Bryce?

Tenía catorce años cuando luego de Un mundo para Julius, llegaron a mis manos, sucesivamente, Reo de nocturnidad, La vida exagerada de Martín de Romaña, y sobre todo, No me esperen en abril, la tercera novela (después de Conversación en La Catedral y Portrait of the Artist as a Young Man) que acompañara mis anhelos adolescentes de convertirme en escritor. No recuerdo haber leído un libro con tanto jolgorio y nostalgia ni haberme indignado tanto por la suerte de otros protagonistas de novela como Manongo Sterne y Teresita: mis primeros relatos sobre estudiantes de secundaria, que pretendían trasuntar mis insatisfacciones y deseos, estaban mediados de alguna manera por el lenguaje bryceano, su frescura, la plasticidad de su ironía y la habilidad para trasladar o inventar un habla. Sin embargo, no todos los ídolos son eternos. Esta mañana, leyendo el blog Lado B de Juan Carlos Bondy, tuve suficiente de Bryce aunque hiciera años que mi devoción se había apagado.

Bondy presenta la prueba que colmó mi paciencia. Acusado de sucesivos plagios a columnistas de La Vanguardia (España), a un ex funcionario de Defensa americano y al embajador Oswaldo de Rivero en Quehacer, Bryce no podía seguir acusando a su secretaria ni hacerse el desentendido. Alfredo bryce Echenique es un plagiario con todas sus letras y la prueba definitiva la podemos encontrar comparando los artículos que presenta Bondy en su blog: el 19 de enero de 1996, el periódico Ideal de Granada publica un artículo del profesor Ángel esteban titulado, paradójicamente, “Mi amigo Alfredo Bryce Echenique”. ¿Qué reacción tendría Esteban cuando se enterara que su querido amigo, a quien recuerda desde el título y a quien ofrece el artículo con devoción le plagiaría párrafos enteros el 29 de diciembre de 1996 en el artículo "Amistad, bendito tesoro" aparecido en La Nación de Argentina?

Indigna incluso la suplantación efectuada por Bryce al tomar el lugar del autor en una anécdota relatada en torno a cierta dedicatoria. Me remito al texto. Esteban en su original escribía lo siguiente: “Un poeta irónico colega de la Universidad me dedicaba un libro de la siguiente manera: «A Ángel Esteban, compañero y sin embargo, amigo».” La desfachatez de Bryce le permite alterar la historia y convertirse a sí mismo en protagonista: “Un poeta irónico que fue mi colega en una de las muchas universidades en que he trabajado, me dedicaba un libro de la siguiente manera: «A Alfredo, compañero y sin embargo, amigo».” Para evitarse sospechas y ajustar el artículo a su condición actual, Bryce modifica apenas algunos datos. Mientras esteban se desempeñaba como catedrático de Literatura Hispanoamericana y podía referirse sin ambigüedad alguna a la Universidad donde trabajaba, Bryce no trabajaba entonces en ninguna o de estar trabajando en alguna, sería sencillo detectar la mentira si se refería a “la” Universidad: suficiente con introducir un factor indeterminante para anular cualquier inconsistencia que delatara o sugiriera la estafa.

Dos apuntes. El primero, institucional y como consumidor/suscriptor de El Comercio cada fin de semana. Por decencia, el Decano debería suspender a perpetuidad la columna de Alfredo Bryce y reivindicar a sus verdaderos autores de manera pública. Aún ignoramos cuántos artículos bryceanos pertenecen a Juan Pérez y Roberto González. Los lectores nos sentimos engañados, tratados como imbéciles mientras Bryce ganaba una buena suma por texto y nosotros pagábamos mensualmente nuestra suscripción para acceder a artículos copiados sin escrúpulos incluso burlando su amistad con otros autores. Por decencia, debería ser negada su contratación en cualquier Universidad como catedrático o dictando talleres y conferencias. El plagio significa en cualquier universidad peruana, la expulsión definitiva de un alumno o, tratándose de un profesor perdonavidas, mínimo un 05 en cualquier asignatura.

El segundo apunte es personal, pero necesito expresar mi rabia, la mejor manera de asumir una decepción colosal. Aunque alejado de su influencia, Bryce representaba entre otros autores que leí durante mi tercer y cuarto año de media (Joyce, Vargas Llosa, Hesse, Akutagawa) una especie de padre, incluso más cercano que el resto, muertos o inalcanzables. Me siento lastimado y furioso, harto de Bryce, asqueado hasta la médula.

En imágenes, primero, el artículo de Ángel Esteban y después, la evidencia del plagio, obra de Alfredo Bryce.

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  • Anonymous Anonymous says so:
    March 23, 2007 5:11 PM  

    Hubieras visto cómo me puse cuando me enteré lo de Borges y Pinochet. Si no fuera poruq el pasaje a Suiza debe estar por los 2000 euros, ahorita estaría con un espantasuegras en cada oreja. top

  • Anonymous Anonymous says so:
    April 14, 2007 9:26 AM  

    Otro doble rasero

    Un comentarista nos pasa la voz sobre algo que es costumbre, pero que muchos prefieren no notar: la repetida asiduidad con que los blogs de Gustavo Faveron, Ivan Thays, Max Palacios,Victor Coral entre otros recurren a la copia y la reproducción de imagenes ajenas sin mención de la fuente original,es decir las paginas webs y los URLs de donde provienen las imagenes.

    El blog por excelencia --el que se autodenomina "Puente Aereo" en honor a la pasarela que su autor usa para pasar con una facilidad increible de una moral a otra-- publica repetidamente, día tras dia, imagenes y fotos que en verdad provienen de paginas web ajenas,a quienes como es normal les ha costado producir o adquirirlas.

    Ni la fuente de la imagenes o el URL de donde proceden son mencionados en el blog.

    Como decía un par de días atrás, mucha gente en Lima,sabe exactamente quién es en realidad Gustavo Faveron e Ivan Thays, así que esta es una vergüenza más que se suma a las muchas que componen el perfil público de estos "intelectuales"-de doble moral.

    Curiosamente (aunque no tanto), Gustavo Faveron, hoy en cruzada antiplagio, no sólo denuncia los plagios de lo que el llama "blogs-basura", sino que hace poco fue comentarista en los mismos (con el seudonimo de Juan Perez) y, además, les brinda propaganda gratuita en su propio sitio web.

    El laberinto moral de este blogger termina en un puente de donde se lanza al abismo solito para caer de cabeza.


    -La imagen que no aparece en este post: Vonnegut y Vonnegut, por Wagner James.
    -Fuente or URL de la imagen: Preguntenle a Gustavo faveron

    http://puenteareo1.blogspot.com/
    2007/04/sigamos-archivando.html top

  • Anonymous Anonymous says so:
    April 16, 2007 3:38 PM  

    MAX PALACIOS DICE:

    UNA DENUNCIA QUE SE VENÍA LLEGAR

    Me había hecho la firme promesa de no volver a escribir sobre el inefable blogger de las personalidades múltiples, pero su perfidia, mala leche, envidia y bajeza intelectual y moral me obliga, una vez más, a referirme a su nefasta persona. Esta vez para realizar una denuncia y un desenmascaramiento que ya era hora de dar a conocer a la blogósfera literaria:

    Este sujeto, que funge de administrador de un “blog literario oficial”, es el que, desde su siniestro y oscuro gabinete clandestino dirige los hilos del blog basura más abominable de la comunidad literaria virtual: PUERTO EL HUECO.

    Hasta este momento el lector se preguntará ¿y porque se esperó tanto tiempo para realizar tamaña denuncia? La respuesta es muy simple: de haberla hecho hace algunos meses atrás, esta denuncia se hubiera tomado como una conjura de la “supuesta” argolla literaria contra uno de los que formó parte de la misma, o como una vendetta por parte de los “criollos” contra este blogger “independiente” que había decidido romper con el “pacto secreto” de la imaginaria “mafia criolla”. Además, las pruebas que tenía a la mano eran simples sospechas que podrían ser rebatidas fácilmente.

    Sin embargo, el tiempo y la distancia física y mental, me ha permitido reflexionar sobre la gravedad de este asunto y es hora de colocar las cosas en su sitio. ¿Cuáles son las pruebas que me llevaron a comprobar la administración de esta “letrina literaria”, denominada Puerto El Hueco, por parte del “poeta del limbo”? Las pruebas son simples y contundentes:

    1. En el mes de marzo, cuando aún manteníamos relaciones diplomáticas con este sujeto, el poeta del limbo me pidió escribir un artículo sobre el “blog basura” de aquel entonces: Con Ventilador, y sobre los insultos, calumnias y difamaciones que aparecían, al margen de la buena voluntad del administrador, en el blog del escritor Leonardo Aguirre. Cuando ya estaba a punto de concluir el mencionado artículo, recibí una llamada de este sujeto y me pidió que entrara a Internet a visitar el “blog de los blog basuras”: Puerto El Hueco. Hasta ese momento, nadie, absolutamente nadie, sabía de la existencia de este desaguadero literario. ¿Y cómo este sujeto se había enterado, de primera mano, de la existencia de esta blog basura? Evidentemente porque él mismo lo había creado. Quién mejor que el progenitor del engendro para dar a conocer el nacimiento del mismo. Y la mejor manera de “despistar a los enemigos” era atacarse y autoflagelarse en los primeros post de la inaugurada alcantarilla literaria.

    2. En segundo lugar, en uno de los post de esa letrina literaria, aparecía la “denuncia” que meses atrás había hecho el poeta del limbo -en el semanario en el que por aquel entonces trabajaba-, con respecto a un artículo sobre la supuesta “pertenencia” de un poeta de generaciones anteriores a una organización terrorista. En el mencionado post se reproducían unas fotos que “supuestamente” había sido escaneadas de la revista semanal en la originalmente habían sido publicadas. Sin embargo, si observamos bien las fotos posteadas en el blog basura, estas no son las mismas que aparecieron en la revista semanal, sino que forman parte del archivo periodístico, al cual solo tenía acceso el poeta del limbo.

    4. Poco después, en el colmo de la ingenuidad, el poeta del limbo colocó un post en el blog basura donde aparece una foto que ilustra al mencionado sujeto acompañado de un célebre escritor. Esa foto solo podía haber sido posteada por aquella persona que tuviera acceso al archivo privado de su cámara fotográfica, es decir, él mismo.

    5. Además, los comments que aparecían –y aparecen- en el “blog literario oficial” que administraba eran los mismos que aparecían en su letrina literaria “alternativa”, con la única diferencia de que les cambiaba de identidad. Alguien podría decir que eso es muy fácil de realizar en el mundo virtual; sin embargo, si realizamos un análisis minucioso del espíritu y la esencia de ambos blogs, vamos a llegar a la conclusión de que los alimenta el mismo afán rastrero y la misma bajeza moral.

    Podríamos seguir enumerado más pruebas que sustenten lo que estamos denunciando, pero creo que ya hemos dado los testimonios más contundentes para los lectores y no queremos abusar del tiempo y de la paciencia que disponen para leer el presente post. Pero la verdad es única e irreversible: el poeta del limbo es el responsable civil y penal de la alcantarilla literaria más repugnante de la comunidad literaria virtual. Los, poetas, narradores, escritores, intelectuales o personajes públicos en general que hayan sido insultadas, calumniadas y difamadas por este sujeto ya saben contra quien dirigir sus demandas y denuncias para satisfacer sus reclamos. top